Antes de salir a buscar a Edmund, la castora estaba preparando comida, pero todos los demás, Peter, Susan, Lucy y el castor les decía que no preparara nada porque en cualquier momento, la Bruja Blanca podía estar allí.
Los castores les guiaron hasta una cueva donde ellos se escondían, a la mañana siguiente, vieron que había luz y la Bruja Blanca siempre mantenía el invierno, eso significaba que a lo mejor el hechizo se estaba rompiendo.Santa Claus les regaló cosas, pero no eran juguetes, a Peter le regaló un escudo y una espada, a Susan un arco, muchas flechas y un cuerno de marfil para cuando necesitaran ayuda y a Lucy le regaló un puñal y un botecito pequeño con el que si alguno de sus hermanos, ella o sus amigos estaban heridos, con unas gotitas de aquel bote se recuperaría. Santa Claus se fue pronto, los castores y los tres niños se pusieron en marcha.
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